PINTORES DEL GOTICO
Giotto di Bondone (siglo XIII)
Mejor conocido solo por su nombre de pila (calle de Vespignano 1267- Florencia, 8 de enero de 1337) fue un noble pintor del Trecento. Se le considera el primer artista del los muchos que contribuyeron en la creación del Renacimiento Italiano y uno de los primeros en sacudirse las limitaciones del arte y los conceptos medievales. Si bien se limito fundamentalmente a pintar temas religiosos, fue capaz de dotarnos de una apariencia terrenal llena de sangre y fuerza vital.
Biografía y Acontecimientos Históricos
Nació en calle del Vespignano, era hijo de un campesino y paso su infancia como pastorcillo, llamado también Ambrogiotto de ahí su diminutivo Giotto.
Fue discípulo del pintor Cimabue, demostró su talento a los 11 años de edad, pintaba con tiza en las piedras cuenda pastaba a las ovejas y fue ahí donde el pintor Cimabue vio el talento de Giotto y lo elige como su aprendiz.
Su carácter era divertido y bromista a tal punto que en una ocacion pinto una mosca en la pintura de un retrato, se caracterizaba por su realismo y su maestro pensó que la mosca estaba viva, pero se dio cuenta que Giotto tenía un gran talento (pintaba figuras casi reales).
Sus obras eran tan buenas que trascendieron su pueblo y fue contratado por el papa Benedicto XIII para trabajar en Roma, luego empezó a pintar obras religiosas, haciendo frescos en la Basílica de San Francisco de Asís.
Tambien realizo mas adelante en los años 1297 y 1299 una nueva serie de frescos en la parte inferior de los muros de esta misma iglesia, visto los excelentes resultados se le solicito que pintara entre 1305-1306 los extraordinarios frescos de la capilla de Arena en Padua.
En el año de 1334 se le nombro (magister etguberdor) también Giotto era arquitecto y diseño e famoso campanaille de la Catedral de Florencia. Fallecio el 8 de enero de 1337 antes de ver terminados las obras de campanario, fue enterrado con honores de noble y dignatio político.
“Giotto tradujo el arte de la pintura del Griego al Latín”
Pinturas y Obras
Su arte fue extremadamente innovador, sus obras fueron del arte vicentino al arte más realista del Renacimiento.
A despecho de su familia y increíble demanda de sus frescos ninguna de sus obras puede ser documentada como suyas mas allá de toda duda razonable, es el pintor que presenta mayor problema de atribución.
Entre sus famosos lienzos y frescos se destacan:
-“La desesperación” Capilla de la Arena.
-Escenas de la vida de San Francisco de Asís, la expulsión de los diablos de Arezzo
-“Joaquín expulsado del templo” Capilla de los Serovegni
Cenni Di Pepo (Giovanni) Gimabue (1240 en Florencia- Italia-1302) también conocido Bencivieni Di Pepo, fue un pintor y creador de mosaico florentino. Se le considera iniciador de la escuela Florentina del tréncelo.
Biografía y Obras
Sus primeros trabajos están realizados a la manera greca (influencia del bizantino) utilizando el temple, con todo dorado. En sus obras se aprecia un rígido estatismo.
Posteriormente Cimabue viajo a Roma (1272) donde tomo contacto con el mundo clásico, paleocristiano y románico. Ademas conoció a Pietro Cavalini, todo ello influyo en él para liberarlo de los cocones y móneras bizantinas. Es entonces cuando la obra de Cimabue viro hacia una cierta búsqueda de naturalismo. Se le considera un importante pintor pre-giolesco.
Fue el ultimo pintor de la tradición bizantina. El arte de esta época comprende escenas y formas que parecen bastantes planas y muy estilizadas, Cimabue fue pionero en una tendencia a naturalismo como pues sus figuras son más realistas.
Obras más Importantes
Sus principales obras son el Chislo Crusivijado. Es una pintura sobre tabla hecha al temple, aparece la sensación de volumen gracias al sombreado, otra de sus obras es la madona en su trono, donde la Virgen aparece flanqueada por ángeles.
Entre sus obras sobresalen un retrato de San Francisco de Asís y dos versiones del tema de la Maesta esto es, la virgen en majestad con el niño, inspirados en modelo bizantino.
Obras Crucifijos
-Crucifijo, iglesia de San Domenico
- Crucifijo, iglesia de Santa Croce Florencia
-Tabla representando a San Francisco, Museo
-Maesta (Virgen en majestad)
JUAN GUAS
Desde su juventud siguió los pasos de su padre Pedro Guas, con el que colaboró en el equipo de Hanequin de Bruselas en la realización de la Puerta de los Leones de Toledo. La mayor parte de su trayectoria profesional se desarrolla en Castilla, coincidiendo con la monarquía de los Reyes Católicos. Destacó por ser el máximo baluarte del estilo isabelino. En los primeros años de la década de los sesenta se instala en Avila, donde realiza la puerta de la catedral y diez años después su nombre aparece vinculado al claustro de la catedral de Segovia, donde detentó el cargo de maestro mayor hasta 1491. En estos años interviene además en el Parral, la Cartuja del Paular y la catedral de Toledo. Pero es en el Palacio del Infantado (1480-1483) en Guadalajara, donde mejor expresa su maestría por su magnífica decoración. Para su ejecución se inspira en el prototipo de palacio señorial que entonces imperaba en Castilla. En este proyecto contó con la ayuda de Enrique Egas. Otra de sus obras cumbres es la iglesia de San Juan de los Reyes en Toledo, donde la sencillez del diseño arquitectónico permite una mayor apreciación de los motivos ornamentales de estilo flamígero y mudéjar. En este edificio, edificado para conmemorar la batalla de Toro, es importante destacar la decoración heráldica ya que en un principio se pensó que podría ser capilla funeraria de los Reyes Católicos. En este proyecto le ayudaron Enrique Egas yEgas Cueman. Cuando falleció ocupaba el cargo de maestro mayor de la catedral y de las obras reales.
Monasterio de San Juan de los Reyes
Toledo se convierte en uno de los grandes focos de la arquitectura peninsular de la segunda mitad del siglo XV. Para conmemorar el nacimiento del príncipe don Juan y la victoria conseguida en Toro en el año 1476, la reina Isabel funda el convento de San Juan de los Reyes en Toledo. Juan Guas será el encargado de llevar a cabo las obras.
CHARLES GAUTER DE ROUEN
De nombre Charles Gauter de Rouen, emigró a Barcelona desde Rouen durante la Guerra de los Cien Años. Se convirtió en arquitecto de las catedrales de Barcelona y Lérida, visitando Zaragoza y Sevilla, donde también trabajó en la construcción de la nueva catedral. Formado en el Gótico Internacional, dominaba la decoración de pequeña escala, preciosista y laboriosa.
Maestro Carlí (Charles Gauter de Rouen)
El haram o sala de oración de la antigua mezquita, en uso como espacio cristiano religioso, definirá el ámbito de la nueva catedral. Tendrá cinco naves, de gran anchura -76 metros en total y 116 de longitud- y altura: 36 metros la central y 26 las laterales, alcanzándose la cota máxima en los 40 metros del crucero, siendo la mayor en superficie hasta la construcción de San Pedro del Vaticano. En las naves laterales se disponen capillas intercaladas entre los contrafuertes. En la actualidad es el mayor templo gótico del mundo y el tercero en dimensiones, sólo superado por la basílica de San Pedro del Vaticano y la catedral de San Pablo de Londres. La cabecera se modificó y la capilla de los Reyes es del siglo XVI. Dentro de las numerosas capillas se encuentran enterrados los reyes Fernando III, Beatriz de Suabia, Alfonso X y Pedro I y personajes ilustres como el cardenal Cervantes y Cristóbal Colón y su hijo Hernando.
En 1928 la catedral sevillana consiguió la catalogación de Monumento Nacional y en 1987 entró en el catálogo del patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Vida y estiloGil de Siloé es una de las máximas figuras de la escultura hispánica, y europea por extensión, del siglo XV, cuando las formas del gótico postrero, hibridadas por las del arte mudéjar y las influencias flamencas de tipo flamígero, dieron origen al estilo gótico isabelino, exclusivo de España, del que Gil de Siloé es representante emblemático.Los nombres por los que es conocido evidencian la confusión que rodea su origen. En algunos documentos se le cita como Gil de Emberres (Amberes), por lo que se cree fuera originario de Flandesen otros como Gil de Urlianes, por lo que podría venir de Orleans.El nombre que habitualmente se repite en los documentos es el de Maestre Gil; sólo en algún momento muy concreto se añade la palabra Siloe,y aplicada sobre todo a su hijo Diego.Para algunos era Abraham de Nürenberg a quien trajo a España Alonso de Cartagena, para otros en cambio provenía del mundo de los conversos. “En definitiva, estamos ante alguien venido de fuera con un bagage de formación nórdica, donde acusa lo flamenco, aunque en parte tampoco le es ajeno lo germano” y aún esto es para algunos discutible, pues imaginan podría ser burgales hijo de algún oficial que acompañó a Juan de Colonia cuando se asentó en la ciudad.Desconocemos cómo apareció en Burgos, y cómo enlazó con la familia Colonia; si fue por parentesco, por misma nacionalidad ó por afinidad artística. El hecho es que Juan y Simón de Colonia,-los dos grandes arquitectos de las postrimerías del gótico-, y,-el gran imaginero-, Gil de Siloe vivieron unidos en permanente colaboración.Su nacimiento puede datarse alrededor de 1440-50 y probablemente no mucho antes.Desarrolló su actividad en Castilla y más concretamente en la ciudad de Burgos y sus alrededores. Está documentado entre los años 1470y 1501 fecha probable de su fallecimiento en la capital castellana. En este lapso de tiempo pueden distinguirse dos períodos muy diferentes. En el primero, 1470-1486, vida y obra aparecen entre brumas en la que apenas se dibujan los contornos; en el segundo, 1486-1501, las vemos ya nítidamente dibujadas dirigiendo Gil un gran taller y con una vida acomodada.Casó con una hija de Pedro de Alcalá, con la que tuvo dos hijas y dos hijos, uno de los cuales fue el famoso Diego de Siloe, artista que destacará fundamentalmente como arquitecto en el Renacimiento.Su estilo es recargado, decorativista y muy minucioso, dotado de un extraordinario virtuosismo técnico.TallerLa envergadura y el amplio número de obras encargadas a Siloe en un espacio de tiempo documentado relativamente corto, 1486-1501, -Burgos era una ciudad rica en el último tercio del siglo XV, en ella vivía multitud de mercaderes, comerciantes,etc, con negocios de gran envergadura- así como el nivel de calidad altísimo que mantuvo en la mayoría de las ocasiones, -algunas familias habían adquirido un fuerte poder y hábitos copiados de la aristocracia: encargaban su sepulcro en capilla propia, organizan su casa como una gran residencia, adoptan signos caballerescos, etc- indican la existencia de un taller disciplinado que había asumido perfectamente su manera de hacer.El taller de Siloe en Burgos, era un taller en el que había una personalidad creadora reconocida en el medio en el que vivía, que ideaba formas y tenía aprendices y ayudantes que expansionaban su estilo. La obra de arte era considerada como un trabajo al servicio de un funcionalismo religioso ó político. Se trataba de una capacidad técnica, la del escultor, para hacer retablos de grandes dimensiones e imágenes ó sepulcros en cantidades ingentes, que les eran demandados. El retablo, por su aparatosidad, por su dimensión, llamaba la atención del fiel y le ponía en relación con los misterios del dogma allí relatados con una pretensión de realismo.Con Siloé en Burgos, la idea general, la concepción global, pasó a ser la protagonista del quehacer artístico: había que darla una plasmación mediante relieves, esculturas y pinturas, que quedaban subordinadas a las líneas arquitectónicas y decorativas del conjunto. Gil de Siloe, más que escultor, -que también-, de imágenes o relieves, es autor de un conjunto subordinado a una serie de leyes: dimensiones acordes con el enmarcamiento arquitectónico en que va a ir situado, temas iconográficos, riqueza decorativa y de materiales. El mecenas, en el caso de los retablos, no se interesaba, en general, por el valor estético o por la creatividad de cada escultura ó de cada relieve, sino que lo que le interesaba era el conjunto y que los asuntos reflejados fuesen claros y se ajustasen a los temas convenidos. Esto explica la importancia de la acción del maestro que organizaba todo el trabajo del conjunto: el que ideaba la arquitectura, su decoración y distribuía los espacios para alojar la imaginería. ObraCartuja de MirafloresSus obras más importantes se encuentran en la Cartuja de Miraflores. El conjunto cartujano, emplazado en la capilla mayor del monasterio, lo integran tres elementos: en el centro del presbiterio, los sepulcros de bultos yacentes, ricamente ataviados, de los reyes castellanos Juan II e Isabel de Portugal, formando ambos un único conjunto de planta estrellada de ocho puntas; adosado al muro del Evangelio, el sepulcro del infante Don Alfonso, y en la cabecera, el retablo principal.Sepulcro de Juan II e Isabel de PortugalSepulcro de los reyes Juan II e Isabel de Portugal, obra de Gil de Siloé, en la Cartuja de Miraflores.Los sepulcros reales, facturados en alabastro, que las manos del artista moldea como si estuvieran realizados en cera, reclamaron a Siloé cuatro años de trabajo, entre 1489 y 1493. Fueron un encargo de la reina Isabel la Católica, hija de los monarcas, y en ellos el virtuosismo del autor llega a extremos de difícil superación.En el encargo de los sepulcros hubo mucho más que la intención de cumplir con un deber real y filial. Por una parte Isabel señalaba con claridad cual era el árbol genealógico correcto de la dinastía, al tiempo que olvidaba de un modo consciente a su hermanastro Enrique IV no querido;por otra, en un momento en que la aristocracia construía los más ostentosos recintos funerarios conocidos hasta entonces, pretendía que lo que se hiciera en la Cartuja fuera ejemplar como símbolo de afirmación monarquica.Detalle del Sepulcro de los reyes Juan II e Isabel de Portugal. Cartuja de Miraflores.La forma en planta del monumento funerario es la de una estrella de ocho puntas (intersección de un rombo y un rectángulo); por su gran superficie hubo lugar en ella para diversas imágenes, además de para las yacentes de los reyes. Del conjunto sobresale el virtuosismo con que está trabajado el brocado del vestido real.Las cuentas del monasterio hablan de que se emplearon 158.252 maravedises en el alabastro (traído de Cogolludo -Guadalajara- y lugares limítrofes) y que el precio del trabajo se elevó hasta 442.667 maravedises (es decir, casi las tres cuartas partes del total).Sepulcro del Infante don AlfonsoSepulcro del Infante don Alfonso, obra de Gil de Siloé, en la Cartuja de Miraflores.El sepulcro del infante Don Alfonso se trata de un bulto orante bajo arcosolio carpanel con intradós, con caireles calados (por desgracia, diversos destrozos han ido haciendo desaparecer gran parte del cairelado de la izquierda y todo el de la derecha; de haberse conservado se asemejaría a una celosía que dejara el fondo en penumbra) y trasdós conopial, más dos esbeltas pilastras -uno de los lugares elegidos para incorporar la iconografía religiosa- aguzadas en los extremos. La decoración marginal se impone en todo el conjunto; se ha recurrido a lo vegetal,-vid, roble, cardo, bellotas, racimos de uvas, …-, a lo animal, -caracol, conejo, águila, león, lechuza, zorro, ardillas, aves-, y a lo humano en forma de niños desnudos, putti, de tamaños y actitudes variables. ¿Motivos ornamentales ó significativos?.La superficie limitada entre los dos arcos está cubierta por una profusa ornamentación que acoge, en la parte media superior, un San Miguel guerrero en lucha contra el dragón diabólico por encima del cual aparece un rostro tricéfalo. La estatua del infante don Alfonso arrodillado, en actitud orante, centra la composición. Le precede un reclinatorio cubierto por un riquísimo paño de brocado donde reposa sobre un cojín un libro abierto de oraciones. Dos aspectos llaman poderosamente la atención de los especialistas: la existencia de un brazo y mano envuelto en ropaje en actitud de cambiar las hojas del libro y que tan sólo puede verse desde una posición cenital, y la inclinación del paño que cubre el reclinatorio inclinada de una manera contraria a lo que sería lo normal.La iconografía religiosa del sepulcro de don Alfonso destaca por su sencillez y concreción. Culmina el sepulcro una solemne Anunciación habitual en los monumentos funerarios de la época; entre María y el Arcangel, el jarrón de azucenas. Los Apóstoles y los Santos podían ser poderosos intercesores a la hora de la muerte y un testimonio de la fe del difunto; aquí los encontramos, dispuestos por parejas, en los pilares de enmarcamiento del sepulcro.
Gil de SiloéVida y estilo
Gil de Siloé es una de las máximas figuras de la escultura hispánica, y europea por extensión, del siglo XV, cuando las formas del gótico postrero, hibridadas por las del arte mudéjar y las influencias flamencas de tipo flamígero, dieron origen al estilo gótico isabelino, exclusivo de España, del que Gil de Siloé es representante emblemático.
Los nombres por los que es conocido evidencian la confusión que rodea su origen. En algunos documentos se le cita como Gil de Emberres (Amberes), por lo que se cree fuera originario de Flandesen otros como Gil de Urlianes, por lo que podría venir de Orleans.El nombre que habitualmente se repite en los documentos es el de Maestre Gil; sólo en algún momento muy concreto se añade la palabra Siloe,y aplicada sobre todo a su hijo Diego.Para algunos era Abraham de Nürenberg a quien trajo a España Alonso de Cartagena, para otros en cambio provenía del mundo de los conversos. “En definitiva, estamos ante alguien venido de fuera con un bagage de formación nórdica, donde acusa lo flamenco, aunque en parte tampoco le es ajeno lo germano” y aún esto es para algunos discutible, pues imaginan podría ser burgales hijo de algún oficial que acompañó a Juan de Colonia cuando se asentó en la ciudad.
Desconocemos cómo apareció en Burgos, y cómo enlazó con la familia Colonia; si fue por parentesco, por misma nacionalidad ó por afinidad artística. El hecho es que Juan y Simón de Colonia,-los dos grandes arquitectos de las postrimerías del gótico-, y,-el gran imaginero-, Gil de Siloe vivieron unidos en permanente colaboración.
Su nacimiento puede datarse alrededor de 1440-50 y probablemente no mucho antes.
Desarrolló su actividad en Castilla y más concretamente en la ciudad de Burgos y sus alrededores. Está documentado entre los años 1470y 1501 fecha probable de su fallecimiento en la capital castellana. En este lapso de tiempo pueden distinguirse dos períodos muy diferentes. En el primero, 1470-1486, vida y obra aparecen entre brumas en la que apenas se dibujan los contornos; en el segundo, 1486-1501, las vemos ya nítidamente dibujadas dirigiendo Gil un gran taller y con una vida acomodada.
Casó con una hija de Pedro de Alcalá, con la que tuvo dos hijas y dos hijos, uno de los cuales fue el famoso Diego de Siloe, artista que destacará fundamentalmente como arquitecto en el Renacimiento.
Su estilo es recargado, decorativista y muy minucioso, dotado de un extraordinario virtuosismo técnico.
Taller
La envergadura y el amplio número de obras encargadas a Siloe en un espacio de tiempo documentado relativamente corto, 1486-1501, -Burgos era una ciudad rica en el último tercio del siglo XV, en ella vivía multitud de mercaderes, comerciantes,etc, con negocios de gran envergadura- así como el nivel de calidad altísimo que mantuvo en la mayoría de las ocasiones, -algunas familias habían adquirido un fuerte poder y hábitos copiados de la aristocracia: encargaban su sepulcro en capilla propia, organizan su casa como una gran residencia, adoptan signos caballerescos, etc- indican la existencia de un taller disciplinado que había asumido perfectamente su manera de hacer.
El taller de Siloe en Burgos, era un taller en el que había una personalidad creadora reconocida en el medio en el que vivía, que ideaba formas y tenía aprendices y ayudantes que expansionaban su estilo. La obra de arte era considerada como un trabajo al servicio de un funcionalismo religioso ó político. Se trataba de una capacidad técnica, la del escultor, para hacer retablos de grandes dimensiones e imágenes ó sepulcros en cantidades ingentes, que les eran demandados. El retablo, por su aparatosidad, por su dimensión, llamaba la atención del fiel y le ponía en relación con los misterios del dogma allí relatados con una pretensión de realismo.
Con Siloé en Burgos, la idea general, la concepción global, pasó a ser la protagonista del quehacer artístico: había que darla una plasmación mediante relieves, esculturas y pinturas, que quedaban subordinadas a las líneas arquitectónicas y decorativas del conjunto. Gil de Siloe, más que escultor, -que también-, de imágenes o relieves, es autor de un conjunto subordinado a una serie de leyes: dimensiones acordes con el enmarcamiento arquitectónico en que va a ir situado, temas iconográficos, riqueza decorativa y de materiales. El mecenas, en el caso de los retablos, no se interesaba, en general, por el valor estético o por la creatividad de cada escultura ó de cada relieve, sino que lo que le interesaba era el conjunto y que los asuntos reflejados fuesen claros y se ajustasen a los temas convenidos. Esto explica la importancia de la acción del maestro que organizaba todo el trabajo del conjunto: el que ideaba la arquitectura, su decoración y distribuía los espacios para alojar la imaginería.
Obra
Cartuja de Miraflores
Sus obras más importantes se encuentran en la Cartuja de Miraflores. El conjunto cartujano, emplazado en la capilla mayor del monasterio, lo integran tres elementos: en el centro del presbiterio, los sepulcros de bultos yacentes, ricamente ataviados, de los reyes castellanos Juan II e Isabel de Portugal, formando ambos un único conjunto de planta estrellada de ocho puntas; adosado al muro del Evangelio, el sepulcro del infante Don Alfonso, y en la cabecera, el retablo principal.
Sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal
Sepulcro de los reyes Juan II e Isabel de Portugal, obra de Gil de Siloé, en la Cartuja de Miraflores.
Los sepulcros reales, facturados en alabastro, que las manos del artista moldea como si estuvieran realizados en cera, reclamaron a Siloé cuatro años de trabajo, entre 1489 y 1493. Fueron un encargo de la reina Isabel la Católica, hija de los monarcas, y en ellos el virtuosismo del autor llega a extremos de difícil superación.
En el encargo de los sepulcros hubo mucho más que la intención de cumplir con un deber real y filial. Por una parte Isabel señalaba con claridad cual era el árbol genealógico correcto de la dinastía, al tiempo que olvidaba de un modo consciente a su hermanastro Enrique IV no querido;por otra, en un momento en que la aristocracia construía los más ostentosos recintos funerarios conocidos hasta entonces, pretendía que lo que se hiciera en la Cartuja fuera ejemplar como símbolo de afirmación monarquica.
Detalle del Sepulcro de los reyes Juan II e Isabel de Portugal. Cartuja de Miraflores.
La forma en planta del monumento funerario es la de una estrella de ocho puntas (intersección de un rombo y un rectángulo); por su gran superficie hubo lugar en ella para diversas imágenes, además de para las yacentes de los reyes. Del conjunto sobresale el virtuosismo con que está trabajado el brocado del vestido real.
Las cuentas del monasterio hablan de que se emplearon 158.252 maravedises en el alabastro (traído de Cogolludo -Guadalajara- y lugares limítrofes) y que el precio del trabajo se elevó hasta 442.667 maravedises (es decir, casi las tres cuartas partes del total).
Sepulcro del Infante don Alfonso
Sepulcro del Infante don Alfonso, obra de Gil de Siloé, en la Cartuja de Miraflores.
El sepulcro del infante Don Alfonso se trata de un bulto orante bajo arcosolio carpanel con intradós, con caireles calados (por desgracia, diversos destrozos han ido haciendo desaparecer gran parte del cairelado de la izquierda y todo el de la derecha; de haberse conservado se asemejaría a una celosía que dejara el fondo en penumbra) y trasdós conopial, más dos esbeltas pilastras -uno de los lugares elegidos para incorporar la iconografía religiosa- aguzadas en los extremos. La decoración marginal se impone en todo el conjunto; se ha recurrido a lo vegetal,-vid, roble, cardo, bellotas, racimos de uvas, …-, a lo animal, -caracol, conejo, águila, león, lechuza, zorro, ardillas, aves-, y a lo humano en forma de niños desnudos, putti, de tamaños y actitudes variables. ¿Motivos ornamentales ó significativos?.
La superficie limitada entre los dos arcos está cubierta por una profusa ornamentación que acoge, en la parte media superior, un San Miguel guerrero en lucha contra el dragón diabólico por encima del cual aparece un rostro tricéfalo. La estatua del infante don Alfonso arrodillado, en actitud orante, centra la composición. Le precede un reclinatorio cubierto por un riquísimo paño de brocado donde reposa sobre un cojín un libro abierto de oraciones. Dos aspectos llaman poderosamente la atención de los especialistas: la existencia de un brazo y mano envuelto en ropaje en actitud de cambiar las hojas del libro y que tan sólo puede verse desde una posición cenital, y la inclinación del paño que cubre el reclinatorio inclinada de una manera contraria a lo que sería lo normal.
La iconografía religiosa del sepulcro de don Alfonso destaca por su sencillez y concreción. Culmina el sepulcro una solemne Anunciación habitual en los monumentos funerarios de la época; entre María y el Arcangel, el jarrón de azucenas. Los Apóstoles y los Santos podían ser poderosos intercesores a la hora de la muerte y un testimonio de la fe del difunto; aquí los encontramos, dispuestos por parejas, en los pilares de enmarcamiento del sepulcro.
ES UN MUY BUEN TRABAJO TIENE LAS IDEAS MUY CLARAS , ADEMAS ESTETICAMENTE ESTA MUY BIEN.
ResponderEliminarGiotto di Bondone era un pintor muy telentoso que impresiono a su maestro por el realismo que usaba para pintar,"escenas de la vida de San Francisco de Asis" es una de las mas complejas y hermosas.
ResponderEliminarEs necesario etiquetar cada foto para conocer el nombre de la obra.
el artis ta es muy talentoso trata que sus obras sean reales la investigaciòn esta muy bien echa
ResponderEliminarPablo la tipográfia es poco legible y las imágenes estan muy pequeñas?????
ResponderEliminarEn si el trabajo y lo consultado es muy interesante y es una fuente de informacion donde tambien se puede encontrar imagenes que nos ayuda a entender mas el tema.
ResponderEliminarEn las tradiciones se ve que te has esmerado
La informacion que has puesto en el blog es muy interesanta y se pude comprender facilmente, las imagenes ingresadas ayudan al observador a comprender el tema.
ResponderEliminarObservo que el trabajo de las tradiciones los has hecho bien, puedo ver que has participado en cada una de las actividades.